Madre de 59 trabaja por sus hijos sordos. Nunca se deja de ser madre. A diario recorre las calles de la ciudad ofreciendo sus papas rellenas.
Moyobamba. Las madres nunca dejan de ser madres, por mucho que sus hijos crezcan. Ellas nos cuidan en cada etapa de nuestras vidas, en cada fase y en cada nueva aventura que emprendemos. Siempre están pendientes, siempre velando por nuestra seguridad y felicidad.
Por eso, la historia de Manuela Ruíz ha concitado nuestra atención. Con 59 años, ella sale a recorrer diariamente las calles principales de Moyobamba ofreciendo sus papas rellenas y empanadas de yuca para mantener a sus hijos sordos de 19 y 17 años.
Manuela nos cuenta que se levanta a las 4 de la madrugada para preparar sus papas rellenas y empanadas de yuca. Se despide de sus hijos y a pie se traslada desde su casita, ubicada cerca al puerto de Tahuischo, hasta la Plaza de Armas para ofrecer sus productos. Cada día prepara 20 papas rellenas y empanadas de yuca y las vende a 2 soles cada una, lo que le genera una ganancia diaria de 20 soles, con los que se hace cargo sola de su familia.
Manuela, es natural de Piura y vino a Moyobamba hace dos años junto a sus dos hijos sordos, ambos son estudiantes del quinto grado de secundaria de la I.E. Áreas Técnicas y aspiran estudiar la carrera de Técnicos de Enfermería después de culminar el colegio.
“Mi esposo vive en la chacra cuidando a su mamita de 90 años y yo vine a la capital (Moyobamba) para darles estudios a mis hijos. Él (su esposo) me ha dado una plata, pero no es suficiente, por eso yo trabajo. Mis hijos no pueden ayudarme porque ellos no hablan y no escuchan”, refiere.
Pese a que Manuela solo tiene dos años de estudios escolares, tuvo que aprender a leer y escribir para poder comunicarse con sus hijos, porque ella desconoce la lengua de señas.
En Piura inscribió a sus hijos en el Programa Juntos del Estado, que les brindaba servicios de escolaridad sin deserción y que, al dejar su tierra natal, perdieron. Actualmente, Manuela Ruíz lamenta no poder calificar en un ningún programa social de nuestra ciudad.
Si usted se encuentra con ella, no dude en comprarle una de sus papas rellenas o empanadas de yuca, ya que con ello la estarás ayudando a cuidar a sus hijos, porque para una madre no importa el paso del tiempo, y siempre estará al lado de sus hijos, en cuerpo o en alma. (Astrit Lazón)
Foto: Humilde madre vende papa rellenas a diario en Moyobamba