NUEVAMENTE REELECCIÓN DE ALCALDES Y GOBERNADORES, A partir de los comicios del 2026.
Este último miércoles 29 de mayo el parlamento voto a favor de la reforma constitucional para nuevamente devolver la reelección inmediata a los alcaldes y gobernadores, posibilidad que había sido prohibida el año 2015 mediante reforma constitucional de los artículos 191°, 194° y 203°, dicha reforma se propuso como paliativo para contener la corrupción generada en los gobiernos sub nacionales con casos tan sonados como el de Gregorio Santos en Cajamarca y Beto Torres en Chiclayo, entre otros.
Ya han pasado casi 10 años desde aquella reforma que prohibía la reelección inmediata y la corrupción en términos reales no se ha reducido, por el contrario, según datos de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría Especializada en Delitos de Corrupción, los casos de corrupción en trámite han aumentado, pasando de 834 casos en 2014 a 8220 casos el 2022. Eso indica que la corrupción está lejos de ser directamente proporcional con la reelección de autoridades sub nacionales.
Debemos entender también que los índices de incumbencia (entiéndase por “incumbencia” al fenómeno que da cuenta de la presencia de candidatos en busca de una reelección en un proceso determinado – Córdova e Incio 2013) hasta el año 2014 a sido relativamente alto, teniendo una gran baja en las candidaturas a presidentes regionales que pasaron de 64% de incumbencia el 2006 a 44% el 2014, en cambio la incumbencia a nivel provincial y distrital se mantuvo en un promedio del 55%. Si bien la intención de volver a postular es una decisión meramente personal del político, la reelección es una decisión de las preferencias electorales de los votantes, y ahí los indicadores son mas muchos mas bajos. El 2006 el porcentaje de reelección de presidentes regionales fue de 8%, de los alcaldes provinciales 22.32% y de alcaldes distritales 35%, en cambio el 2014 la reelección de gobernadores tuvo un leve aumento a un 16%, en cambio de los alcaldes provinciales y distritales bajo a 10.77% y 17.41% respectivamente (Fuente Infogob). Con ello podemos concluir que la taza de reelección es baja en nuestro país, y no se condice con el nivel de corrupción que cada año sigue subiendo.
Nuestro sistema político está cada vez menos partidarizado, a pesar de los intentos de reformas políticas, los políticos como individuos no optan por las lealtades partidarias, por el contrario, el nivel de transfuguismo aumento, incluso aumento la cantidad de partidos políticos pragmáticos sin capacidad de cohesión ni enraizamiento ideológico en nuestro sistema electoral. Para ello debemos enfocarnos más en el nivel de preparación y experiencia de los políticos como individuos, cosa que no sucede sin la reelección, pues tal como menciona Levitsky (2014) “la no reelección de autoridades regionales, provinciales y distritales minará aún más la baja calidad de los políticos en nuestro país, y, a la larga, traerá a más novatos e inexpertos a la política y fomentará el cortoplacismo político y probablemente mayores niveles de corrupción” por el contrario la posibilidad de ser reelectos incentiva a los políticos cuidar sus imágenes para aumentar la posibilidad de sostener sus carreras políticas.
La reelección inmediata de autoridades también fortalece la figura de los opositores fiscalizadores como forma de hacer política, porque es un incentivo para mellar la imagen de quien en un futuro será su contendor (por lo que tiene que hacer una gestión más transparente y honesta) y fortalecer la imagen política del fiscalizador, algo que en estos últimos años se estuvo perdiendo, al nivel que en algunos lugares ya no existe opositores.
Finalmente podemos concluir que la reelección de alcaldes y gobernadores puede traer más beneficios que perjuicios, pero somos los ciudadanos los que tenemos en nuestro voto el poder de premiar con la reelección o castigar sin ella a los políticos de turno. (Politic Data Consulting)
Foto: Nuevamente reelección de alcaldes y gobernadores