EL FUROR DE LAS BARBERÍAS EN LA CIUDAD DE MOYOBAMBA

EL FUROR DE LAS BARBERÍAS EN LA CIUDAD DE MOYOBAMBA. Existe una cuadra llena de barberías.

Moyobamba. La barba se ha convertido en un elemento esencial de la masculinidad y una pieza clave del cuidado personal. Esto ha dado paso al auge de las barberías en todo el país y la región San Martín no ha sido la excepción. Si bien este es un oficio que partió en el siglo pasado, viene siendo un boom en los últimos años.

Poco a poco las barberías tomaron las calles de Moyobamba, por decir una de ellas, la cuadra 4 del Jr. Manuel del Águila. El hombre de Moyobamba es tradicional, pero poco a poco busca su identidad, y ahora es más pretencioso, volviéndose un cliente más exigente y que le gusta salir de su zona de confort.

Jhon Rivera Vela, un joven local de 27 años y barbero formado en Lima, nos cuenta con detalle cómo es el rubro de las barberías en la ciudad, las tendencias, la transición de lo tradicional a lo moderno, entre otros temas.

Como muchos otros oficios, la barbería inició de manera empírica, pero con el tiempo, se han abierto ciclos formativos en cuidado personal y estética en escuelas de peluquería en el país. La barbería es una de las tantas ramas de especialización en peluquería y es también conocida como peluquería de caballeros.

“Los barberos estudiamos asesoría de imagen y estética, conocemos la anatomía de una cabeza masculina, y los rasgos faciales masculinos; en función a eso, podemos sugerirle al cliente un corte o un estilo que le aporte simetría con su cráneo”, dice Rivera Vela.

Rivera ha trabajado para muchas barberías en Moyobamba y en Lima, por lo que ha ido haciéndose de experiencia y capacitándose contantemente, hasta que decidió formar su propio negocio: “Astro Barber Studio”.

No podemos negar que hoy en día, emprender es una gran opción para generar ingresos y, aunque Rivera reconoce que requiere más compromiso, dedicación y esfuerzo, recomienda a otros jóvenes amantes de la barbería y del cuidado personal a emprender en un negocio propio. “Si tú no le metes cancha, nadie va a saber de tu trabajo”, sentencia Jhon Rivera.

«Antes los clientes se cortaban el pelo cada tres o cuatro meses y ahora cada 15 días los tienes otra vez aquí», asegura Rivera. Esto se debe a que dentro del interés masculino por la imagen personal se ha popularizado el degradado, un peinado basado en el contraste entre el pelo corto (principalmente por los lados) y el pelo largo (sobre todo en la parte superior), que requiere de cuidados constantes para no perder su atractivo. Lo mismo ocurre con el cuidado y diseño de la barba, sobre todo en los jóvenes.

Rivera reconoce que su público principal son los varones jóvenes, pero que, de todos modos, el público más conservador disfruta acudiendo a sus servicios para que le hagan “lo de siempre”. De esta forma, presume de combinar las tendencias modernas con los peinados más clásicos de su repertorio. (Astrit Lazón)

Foto: Barberías

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