El negocio de tierras deforestadas en los dominios del poderoso grupo Romero

Parte II

Palmas del Shanusi presentó una demanda de título supletorio contra Juan Pinasco por uno de sus terrenos. Sin embargo, en el contrato privado de compra y venta de este terreno quien aparece como comprador es Miton Artiaga. ¿Por qué la empresa solicitó el título de una propiedad que supuestamente compró Artiaga?

Al revisar una base de datos histórica de constancias de posesión entregada a Convoca.pe por la Agencia Agraria Alto Amazonas, verificamos que Vela, Flores y Pinasco no contaban con más posesiones aparte de las mencionadas y que son objeto de investigación de las autoridades. Por lo tanto, se tratan de los mismos terrenos.

En febrero de 2014, Palmas del Shanusi le compró un terreno de 42 hectáreas a Keyller Majipo. Al entrevistarlo, en su casa en Yurimaguas, Majipo refirió que vendió su terreno por necesidad y que no estuvo conforme con la transacción porque inicialmente la empresa le ofreció mil soles por hectárea (unos 356 dólares en ese entonces) y le terminó pagando 650 soles (213 dólares).

En el caso de Majipo, la empresa también interpuso una demanda de título supletorio para regularizar la posesión del terreno y obtener finalmente el título de propiedad.

En la Corte Superior de Justicia de San Martín se han identificado al menos otras treinta demandas de títulos supletorios de la empresa entre 2016 y 2017.

Entre idas y vueltas, los pedidos fueron declarados infundados por los jueces mientras avanzaba la investigación penal por deforestación en el Ministerio Público, sin embargo, al mismo tiempo estas demandas en la vía civil evidencian por primera vez el nexo de la compañía con las tierras deforestadas bajo sospecha.

¿Y cuál es la versión del investigado Milton Artiaga frente a estas denuncias? En sus declaraciones ante la Fiscalía, Artiaga aseguró haber desboscado 300 hectáreas por su propia cuenta y que “tal vez” sembró palma aceitera pero para su propio negocio.

Convoca.pe lo ubicó en su casa ubicada a pocos minutos de la sede de Palmas del Shanusi, en Pampa Hermosa, para conocer su versión en esta sinuosa historia de compra y venta de tierras en el corazón de la Amazonía peruana.

“Yo declaré a la Fiscalía que limpié los terrenos que tenían ‘purmas’ y ‘machopurma’, es decir donde no existía ningún tipo de madera, yo no dije que deforesté.

No era montaña virgen, había pasto, plátanos, cacao”, respondió fastidiado e incómodo por ser señalado como el testaferro de Palmas del Shanusi.

“Lo que yo sé es que esas tierras son mías, las he comprado legalmente, aquí están los contratos”, increpó Artiaga al mismo tiempo que mostraba los documentos con nerviosismo y cautela.

Hacía hincapié en que se trataba de los contratos originales mientras señalaba las firmas y los sellos de las notarías sin darnos la oportunidad de revisarlos ni fotocopiarlos.

Milton Artiaga es investigado por el Ministerio Público por desbosque en caseríos de Yurimaguas y señalado como testaferro de la empresa Palmas del Shanusi.

Convoca.pe lo ubicó en su casa ubicada cerca de la sede de la empresa en Pampa Hermosa. Foto: Milagros Salazar Herrera/Convoca.pe

“Yo he invertido mucho dinero en esas tierras”, apuntó. ¿Cuánto dinero?, le preguntamos. Artiaga respondió que no recordaba pero sí enumeró sus diversas actividades como empresario que le han permitido hacer dinero y los servicios que ha brindado para Palmas del Shanusi: le vendía mulas para trasladar los frutos de la palma aceitera en el campo y aún le sigue vendiendo los frutos de este cultivo que el propio Artiaga asegura producir a lo largo de 100 hectáreas en el distrito Caynarachi (San Martín).

Al revisar sus propiedades en registros públicos, identificamos 10 terrenos en la zona, de los cuales 6 permanecen activos.

Artiaga asegura que tiene tierras en diversas regiones del Perú y que desde 2005 en que comenzó con el negocio de compra y venta del ganado ha vendido más de 2 mil mulas a varias compañías de palma aceitera, entre las que no solo figuran las compañías del Grupo Romero sino también de Ocho Sur, que opera en Ucayali y Loreto, en medio de denuncias de deforestación masiva heredadas por las actividades del empresario checo-estadounidense Dennis Melka, quien es investigado por el desbosque de más de 13 mil hectáreas.

Entre 2011 y 2013, la Fiscalía Especializada del Medio Ambiente de Alto Amazonas emprendió tres investigaciones contra la empresa del Grupo Romero por presuntamente deforestar más de 1,700 hectáreas de bosques. En este reportaje revelamos información inédita sobre la compra y venta de tierras deforestadas que apuntan a este emporio comercial».

La compra de terrenos mediante el uso de constancias de posesión es ilegal según diversas normas del gobierno regional de Loreto, sin embargo es una práctica extendida en el campo, notarías y estudios de abogados.

Una constancia de este tipo acredita que una persona que no cuenta con título de propiedad trabaja el terreno para fines agrícolas.

Con el paso del tiempo, la regulación de su uso ha ido cambiando y a partir de 2013 se estableció que la extensión del terreno para adquirir ese derecho no podía exceder las 20 hectáreas debido a que su uso estaba permitido para pequeños agricultores.

En 1991, el gobierno de Alberto Fujimori creó el Registro de Predios Rurales para agilizar los trámites de titulación y posesión de las tierras mediante el decreto legislativo 667.

Ocho años después, con una ley modificatoria, se incluyó a la constancia de posesión como una de las formas para acreditar que se ha trabajado en el terreno pero no con el objetivo de que reemplace a un título de propiedad o que sirva para vender la tierra a otra persona.

El gobierno regional de Loreto prohibió en 2003 transferir a terceros terrenos que cuentan con constancia de posesión. Por lo tanto, la compra de estos 13 terrenos en San Pedro de Mayrujay e Independencia fue ilegal.

¿Entonces, cómo fue posible que Palmas del Shausi, una empresa poderosa dedicada a cultivos de palma aceitera a gran escala, y Milton Artiaga, un empresario próspero con amplia experiencia como se autodefine, hayan obviado estas normas? Convoca.pe identificó una serie de irregularidades en este carrusel de venta y compras de constancias de posesión.

Revisemos paso a paso el proceso de entrega de las 13 constancias de posesión que despertaron las sospechas del Ministerio Público.

El 19 de junio de 2012, dos meses antes de ser vendidos, las autoridades de la Agencia Agraria Alto Amazonas entregaron constancias de posesión de terrenos a Katty Vela, Niler Mestanza y Segundo Bardales en el caserío Independencia.

Un patrón similar se observa con la constancia de uno de los terrenos de Juan Pinasco Fasabi, otorgada el 20 de septiembre de 2012, cinco días antes de ser vendida. Estas cuatro constancias fueron las últimas en ser expedidas.

El otro terreno de Juan Pinasco Fasabi obtuvo la constancia de posesión el 30 de junio de 2011. Dos días antes, ocho constancias fueron aprobadas en bloque.

Se trataba de los terrenos de sus vecinos, con quienes Pinasco había formado la Asociación de Productores Agropecuarios Nuevo Japón años atrás y, según relataron para este reportaje, se encontraban negociando con la empresa Palmas del Shanusi la venta de estas tierras.

Un informe técnico de la Agencia Agraria Alto Amazonas de febrero de 2014 revela que 11 de estas constancias (menos la de Katty Vela y Segundo Bardales) fueron entregadas sin seguir el procedimiento regular.

Tampoco se acreditó que en dichas tierras se realizara trabajo agropecuario ni se precisaron la extensión de los cultivos permanentes y temporales como exigen las normas.

Informe técnico de la Agencia Agraria Alto Amazonas sobre las irregularidades en la emisión de las constancias de posesión.

Pinasco aseguró a Convoca.pe que no estuvo a cargo de coordinar con las autoridades ni con la empresa Palmas del Shanusi la entrega de las constancias de posesión como señalan otros testimonios recogidos por la Fiscalía.

Él afirmó que Nixon Sánchez, también de la Asociación Nuevo Japón, hizo las gestiones. “Nosotros queríamos hacer un préstamo agrario, no queríamos vender (…) por eso me pareció raro que la empresa intentara presionar para agilizar el trámite”, explicó Pinasco en su casa en Yurimaguas acompañado de varios fólderes voluminosos con papeles de todo el proceso de compra, venta y denuncias. Pinasco tiene la habilidad de documentar lo que dice.

Nixon Sánchez también tiene su versión y asegura que cada miembro de la asociación gestionó por su propia cuenta las constancias de posesión de sus terrenos y que no sabía que se aprobaron en bloque.

Lo cierto es que estas tierras fueron vendidas entre agosto y septiembre de 2012, al poco tiempo de que las constancias fueran emitidas, tal como vemos en los contratos en los que aparece Milton Artiaga como comprador, en los expedientes de la Corte Superior de Justicia San Martín donde la empresa Palmas del Shanusi reclama la titularidad de varias de esos terrenos y en los registros de las constancias de posesión entregados por la Agencia Agraria Alto Amazonas a Convoca.pe a través de un pedido vía la Ley de Transparencia.

La compra y venta de estas constancias ha dividido a los pobladores del caserío San Pedro de Mayrujay. Cada quien defiende sus intereses, cada quien tiene su versión de la historia.

Los actuales dirigentes de este caserío ven a la Asociación Nuevo Japón como aliada de la empresa Palmas del Shanusi.

“Ellos (los de la asociación) se situaron en la altura del caserío, dos o tres años y luego se proyectaron a vender a Palmas (del Shanusi) con constancia de posesión.

No entendemos por qué una empresa tan grande compra terrenos con constancia posesión. Se ha hecho una compra ilícita”, reclamó Carlos Murayari, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios del caserío.

Los hermanos David y Santiago Flores Valderrama también vendieron sus tierras con constancia de posesión, pero a diferencia de Nuevo Japón, asegura que lo hicieron por falta de alternativas. “Algunos moradores hemos aceptado porque no sabíamos lo que iba a venir.

Yo me había quedado solo, me había quedado en el centro. Me habían dicho que yo no podía ingresar a mi terreno”, relató David.

Ambos figuran en el registro de la Agencia Agraria Alto Amazonas con constancias de posesión de dos terrenos, de 10 y 9 hectáreas, respectivamente.

Los documentos fueron expedidos el 30 de junio de 2011. Tiempo después aseguran que vendieron las tierras a la empresa y luego la Agencia Agraria dejó sin efecto el otorgamiento de las constancias.

Los Valderrama, al igual que otros pobladores de este caserío, se quedaron en el limbo.

Pero en este carrusel de compra y venta de tierras, hay funcionarios de Estado involucrados. (Fuente: Portal Convoca.pe)

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