LAMAS CELEBRÓ EL CORPÚS CHRISTI SABOREANDO EL PICADILLO DE CERDO, Potaje emblemático de la provincia fue disfrutado por la población local y visitantes.
San Martín. En todas partes del Perú se celebra el Corpus Christi, pero en Lamas, el mejor pueblo turístico del mundo, lo celebran con un sello característico: el picadillo de chancho o cerdo.
Sin picadillo no hay Corpus. Estas fechas la gente de Lamas y de otras ciudades cercanas, esperan este importante festival gastronómico, para caminar por las cuadras 6, 7 y 8 del Jirón 16 de octubre y deleitarse con los poderosos aromas, sabores, colores y texturas de ese universo gastronómico.
Los visitantes se quedan maravillados con los platillos, como el picadillo de chancho y paiche; el caldo de cangrejo; la sachapapa con café y los nina juanes de suri, de pescado, de pandisho, de majambo; el juane de yuca; juane de arroz; caldo de carachama; ñatiapi; inchik api; inchik ullu; caldo de congompe; ni qué decir de los diferentes panes: wawas y lagartos gigantes, magdalena, roquetes, chaquis, bizcochuelos, ñutos, buñuelos, wawillus, roscas de voto y en la zona de tragos, te recomendamos la mistela, indanochado, uvachado y todos los chados, que le hacen parar el alma, al más muerto; todo una tarde y noche para disfrutar de los aromas lamista.
En el sector de parrillas, se encuentra el puesto de la señora Melita Moreno Lozano, mujer con más de 60 años, dedicados a la cocina; vino a Lamas por amor en tiempos de Corpus Christi a la edad de 15 años de su natural Manaos (Brasil); hoy con 13 nietos y una vida, como todos; nos sigue mostrando esa fusión amazónica que trajo de Manaos y lo combinó con los sabores lamistas y que lo va presentar, en el festival gastronómico que se desarrollará hoy sábado 01 de junio. Una vida entera dedicada a la tushpa. “Algún día volverá a Manaos…para cocinar, como lo hacía mi abuelita a la orilla del río”, expresó melancólica Melita.
Lamas, situada a 20 minutos de la ciudad de Tarapoto, se celebra el Corpus Christi (en latín “cuerpo de Cristo”), una de las fiestas religiosas más emblemáticas y antiguas de la región, desde épocas de la fundación española (1656).
En este singular festejo, destinado a venerar la eucaristía, la gente prepara sus mejores potajes y salen a las calles para saborear las más ricas variedades de platos típicos que se presentan a los miles de visitantes que visitan la “ciudad de los tres pisos”, en definitiva, para rendir homenaje a la identidad gastronómica y religiosa de Lamas.
En lo referente a la gastronomía, a principios del siglo IX, los inicios fueron muy sencillos, solo era posible encontrar panes, elaborados y amasados a mano, en panaderías artesanales (todavía existen en la ciudad); con el paso del tiempo se fueron introduciendo diversos platos principales, como el picadillo de chancho (uno de los más emblemáticos de esta festividad) el chancho asado al horno y también postres como los buñuelos (bolitas de yuca), budines que se degusta con miel, guatemalas y otras delicias para el paladar.
Esta fiesta religiosa se convierte en una gran oportunidad para revalorizar los productos nativos de proximidad y orgánicos; para rescatar y preservar antiguas tradiciones y generar iniciativas económicas. Un atractivo turismo religioso, que redundará, en beneficio de la sociedad en general.
Foto: Lamas celebra el Corpús Christi saboreando el picadillo de cerdo