Diario Amanecer

HUALLAGA NO TIENEN ECO EN EL GORESAM. Por: Dr. Oscar Cabrera

El Puente Caynarachi, está ubicado en la carretera departamental que une Barranquita con el Bajo Huallaga, específicamente en Santiago de Borja; fue construido en el año 2000, con una longitud de 130 metros lineales y un soporte máximo de 35 toneladas.

Luego de más de 20 años, dicha estructura ha sufrido un natural deterioro, en los que tiene que ver el aumento de caudal del rio Caynarachi, aumento de tonelaje de vehículos, intensidad del tráfico, etc; generando agrietamientos, dando lugar a visible desnivel, incluso para el ojo más distraído.

El día 30 de marzo de este año, los alcaldes de los cinco distritos afectados: Barranquita, Pelejo, Papaplaya, Chipurana y Huimbayoc, junto a su población, decidieron cerrar el tráfico parcialmente a vehículos de alto tonelaje. Acto seguido -empezó el show- el 11 de abril el GORESAM se reunió con los alcaldes y se comprometieron a enviar una misión de ingenieros para iniciar los estudios, para luego del diagnóstico intervenir. El 25 de abril el viceministro de Transportes Alberto Ñecco ofreció un equipo especializado en puentes, sumándose al GORESAM en esta causa.

Han pasado nueves meses de este gobierno, y seis desde los acuerdos, y no se sabe nada y en el terreno las cosas siguen igual o peor; más aún si SENAMHI ha anunciado que este último trimestre será de lluvias torrenciales por la inusual intensidad del fenómeno del niño; de las que ya se empieza a sentir.

No esta demás dejar sentado, que el Bajo Huallaga incluido Barranquita representa el 10 % de territorio regional;  que es la zona más marginada en atención gubernamental; que los indicadores de pobreza diagnosticado por el MIDIS, concluye que en Huimbayoc de cada 100 habitantes, 47.3 son pobres; que el 82.3 de población se dedica a actividades agrícolas; amen de los altísimos niveles de deserción escolar y la magra atención en salud que reciben; y lo más importante, ese puente es el único medio seguro por el que pueden transportar sus productos hacia los mercados de Pongo de Caynarachi, Yurimaguas y Tarapoto, que mal que bien garantizan su sobrevivencia de más 5000 familias.

Si bien es cierto, es evidente que esta gestión actual, no da muestras que haya encontrado el camino; los indicadores descritos son más que suficientes para intervenir de oficio -como dicen los abogados- y no esperar la suplica de estos hermanos que aman a su tierra más que a nadie; sintiendo que el silencio de sus autoridades es una muestra de desprecio, desinterés y engaño.

La Gestión Regional y los Sanmartinenses debemos ver al Puente Caynarachi, como un activo regional que integra al 10% de su territorio; y al margen del clamoroso pedido de sus beneficiarios directos, es innegable que dicho puente es parte del Interés Regional y tiene incidencia global en los índices de competitividad y desarrollo; y por lo tanto su atención no debe ser a ruego, dada la inminencia de su deterioro irreversible. Esperamos, sinceramente que el nuevo Director de Transportes marque la pauta, señale el camino y priorice esta urgente necesidad; más que por el bien de los hermanos del Bajo Huallaga, por el bien de San Martín.